El término marketing suele evocar ideas de publicidad, ventas o diseño creativo. Para quienes se dedican a la fiscalidad, la contabilidad o la administración, el marketing puede parecer ajeno o irrelevante para sus funciones. Sin embargo, su alcance es mucho más amplio, abarcando el análisis estratégico, la investigación de mercados y la comprensión profunda de los consumidores.

El marketing no es simplemente una herramienta de promoción, es la disciplina que conecta productos y servicios con las necesidades y deseos del mercado, alineando los objetivos de una empresa con las expectativas del consumidor.

En esencia, el marketing es el proceso estratégico que impulsa la creación de valor real, tanto para la compañía como para sus clientes.

¿Por qué debería un economista dominar el marketing?

El marketing permite comprender y anticipar las dinámicas de oferta y demanda, aspectos fundamentales en la toma de decisiones de cualquier área de una empresa, desde la parte estratégica hasta la económica. A través de esta disciplina, los profesionales pueden interpretar el entorno, responder a sus cambios y adaptar su propuesta de valor para posicionarse de manera competitiva. Además, el marketing optimiza la eficiencia en la asignación de recursos, maximizando el retorno de inversión.

Ventajas para economistas y administradores

Dominar los fundamentos del marketing amplía la capacidad analítica de economistas y administradores, facilitando la colaboración entre departamentos y mejorando la visión global del negocio.

Al entender cómo el marketing fortalece la relación con el cliente, estos profesionales pueden aportar un enfoque más integral y estratégico a sus organizaciones.

Un ejemplo claro de Marketing en la economía

Pensemos en un economista que gestiona la estrategia financiera en una empresa de alimentación. Ante el aumento de precios de las materias primas, un conocimiento en marketing le permitiría comunicar adecuadamente esta subida al consumidor, evitando una percepción negativa de la marca y resaltando el valor del producto. Esto no solo protege las ventas, sino que también ayuda a la empresa a adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado.

En resumen, en un mercado en constante evolución, el marketing se convierte en una herramienta clave para diagnosticar y adaptarse a nuevas demandas. Comprender su funcionamiento permite a los economistas contribuir a la competitividad empresarial, así como a la sostenibilidad y crecimiento a largo plazo.

Como dijo Peter Drucker, “El propósito del marketing es conocer y entender al cliente tan bien que el producto o servicio se venda solo.»

Laura Bengochea Ruiz

Economista. Colegio de Economistas de Cantabria

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