El cierre de empresas tiene efectos devastadores en la economía de cualquier país, tanto a nivel económico como social, pues afecta directamente a la tasa de desempleo y el crecimiento económico. La comprensión de las causas que subyacen al fracaso empresarial no solo es crucial, sino que también se ha convertido en un imperativo en los círculos académicos y empresariales. En un mundo donde la supervivencia de las empresas se ve cada vez más amenazada por diversos factores, conocer las razones detrás del fracaso se vuelve esencial para trazar estrategias efectivas de prevención y mitigación (Jánica et al., 2023).

Desafortunadamente, las empresas españolas están en el grupo de las que tienen un alto índice de mortalidad, según un estudio reciente de la OCDE en los países del G-20, España únicamente supera a Hungría en tasa de supervivencia de nuevos negocios. Y es que sólo el 29% de las pymes sobreviven al quinto año de vida en nuestro país, un porcentaje que está por debajo del 38% de Italia o del 39% de Portugal. Siendo peor el dato si comparamos los resultados en el primer año de creación, donde 3 de cada 4 empresas españolas fracasan. Estas cifras ponen de relieve la necesidad de investigar y comprender a fondo las causas del fracaso empresarial.

Al examinar la literatura disponible, podemos comprobar que hay dos enfoques principales para explicar las causas del fracaso empresarial: el voluntarista y el determinista. Mientras que el primero atribuye el fracaso a la incapacidad de la gerencia (equipo directivo) para adaptarse al entorno, el segundo lo relaciona con factores externos fuera del control de la empresa.

Aunque, si bien, podemos considerar que casi el 80% de las causas del fracaso empresarial pueden relacionarse con deficiencias en la gestión interna a nivel directivo, no se puede ignorar que el otro 20% se deba al impacto de los factores externos (Webb & Al Numairy, 2022), pues elementos como las condiciones macroeconómicas y, sobre todo, las políticas fiscales pueden tener un efecto profundo y devastador en la viabilidad de las empresas. En consecuencia, se reconoce que la realidad es más compleja y que ambas perspectivas pueden interactuar de manera complementaria. Es precisamente por esta interacción entre factores internos y externos donde radica la complejidad del fenómeno del fracaso empresarial, generando la necesidad de adoptar un enfoque multidisciplinar para su estudio.

Un aspecto clave que emerge de esta investigación es la interacción dinámica entre la gestión de la empresa y su entorno. Esta relación compleja da lugar a nuevas fuentes de variables que pueden explicar, moderar y mediar el fracaso empresarial de manera más efectiva. Desde la perspectiva de la gestión empresarial, la mayoría de las investigaciones reconocen la importancia de desarrollar capacidades dinámicas que permitan a las organizaciones adaptarse rápidamente a los cambios en su entorno y anticipar posibles riesgos. En este sentido autores como Leurcharusmee et al. (2022), han señalado la importancia de factores como la ubicación de la empresa, el tamaño del equipo y la adecuación del modelo de negocio al mercado, como determinantes significativos del fracaso empresarial. Asimismo, Boso et al. (2019) han enfatizado la gran relevancia de la configuración inadecuada de recursos y capacidades en la alta tasa de mortalidad de las nuevas organizaciones.

Por su parte, la OCDE considera imprescindible simplificar los regímenes fiscales de las pymes si se quiere alargar su vida. Ya que, en la mayoría de los casos, los costes de cumplimiento tributario son desproporcionadamente altos para este tipo de empresas en comparación con su volumen de negocio, afectando directamente a sus márgenes económicos y comprometiendo su supervivencia en el mercado.

En conclusión, el estudio del fracaso empresarial es un campo multidisciplinar que requiere un enfoque integral. Al conocer las diversas causas y consecuencias de este fenómeno, podremos prevenirlo y mitigarlo mejor en el futuro, mediante la integración de diferentes perspectivas teóricas y el uso de herramientas innovadoras, como la inteligencia artificial.

También nos va a permitir desarrollar estrategias más efectivas para ayudar a las empresas a prosperar en entornos empresariales cada vez más desafiantes.

De esta forma, podremos trabajar hacia un futuro donde el fracaso empresarial sea menos frecuente y menos devastador para todos los involucrados, generando de este modo organizaciones más resilientes y exitosas.

Dr. Pedro Juan Martín Castejón

Economista. Vocal del Consejo Directivo de Marketing del Consejo General de Economistas

Fotos: stevepb, 742680 y pxel_photographer

Referencias

Boso, N., Adeleye, I., Donbesuur, F., y Gyensare, M. (2019). Do entrepreneurs always benefit from business failure experience? Journal of Business Research, 98, 370-379. https://doi.org/10.1016/j.jbusres.2018.01.063

Jánica, F., Hernández-Fernández, L., Escobar, A., y Velandia, G. (2023). Factores que explican, median y moderan el fracaso empresarial: Revisión de publicaciones indexadas en Scopus (2015-2022). Revista De Ciencias Sociales, XXIX (2), 73-95. Disponible en: https://produccioncientificaluz.org/index.php/rcs/index

Leurcharusmee, S., Maneejuk, P., Yamaka, W., Thaiprasert, N., y Tuntichiranon, N. (2022). Survival analysis of thai micro and small enterprises during the Covid-19 pandemic. Journal of Business Economics and Management, 23(5), 1211-1233. https://doi.org/10.3846/jbem.2022.17875

Webb, H. C., y Al Numairy, H. (2022). External events and crises that impact firms and other entities. IGI Global. https://doi.org/10.4018/978-1-7998-8346-3

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